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En una redacción puede darse una cohesión muy estrecha entre periodistas y gatekeeper. ¿qué ocurre entonces? Para responder a esta pregunta tenemos la investigación que presentó en 1972 Irving Janis y nos tenemos que preguntar: ¿Qué sucede cuando el grupo está muy cohesionado? Irving Janis, discípulo de la escuela de Yale fundador de los estudios de la psicología social, estudia qué ocurre cuando se dan los grupos tan cohesionados. Acuña el término “el síndrome de la mentalidad de grupo” o “víctimas de pensamiento grupal”. Este síndrome se refleja en la palabra “nosotros”. Esto significa que el grupo tiene una fuerte solidaridad y cohesión que les hace realizar cualquier cosa por el grupo y obedecer sus normas, aunque sean normas no escritas.

 

Vemos un ejemplo en “Ausencia de Malicia”, donde la periodista lleva a cabo un reportaje en el que, de manera consciente, sabe que está actuando mal y que incumple unas normas deontológicas. Ella forma parte de un grupo tremendamente cohesionado y cuenta con el apoyo del redactor jefe y sus propios directivos, que buscan un abogado para evitar cualquier tipo de denuncia alegando que por parte de dicha periodista había una total “ausencia de malicia”.

 

Otro ejemplo sería el de la selección nacional del equipo de natación sincronizada. En 2012 un grupo de la selección española de natación sincronizada redactó un comunicado en el que critican abiertamente los métodos utilizados por la responsable del equipo, Anna Tarrés. Todas estuvieron muy cohesionadas.

 

Si el grupo de los gatekeepers y periodistas está muy cohesionado puede ser víctima de ese pensamiento grupal. Si el grupo de los periodistas está muy cohesionado con los gatekeeper y los directivos el periodismo será de baja calidad porque no se cuestiona lo que publicamos (¿interesa a la opinión pública?...) El síndrome de pensamiento grupal se puede reflejar en:

 

  • Ilusión de invulnerabilidad. El periodista se cree intocable, piensa que no le pueden hacer daño, que haga lo que haga tiene razones para hacerlo. Se publica sin ningún tipo de consideración ética. (como en “Ausencia de Malicia”)."Si nuestro líder, y todo el mundo en el grupo decide que está bien, el plan tiene que dar resultado; aún cuando sea muy arriesgado, la suerte está de nuestro lado. Los adeptos no ejercen su juicio crítico para darse cuenta de las mentiras de sus dirigentes.

 

  • Racionalización de los comentarios (que llegan a ese grupo) y consejos para desechar las advertencias: se desechan todas las advertencias. “no tenemos porqué hacer caso”, “sólo quieren perjudicarnos”, “no quieren que seamos un grupo fuerte". Buscar argumentos para justificar su conducta, por muy ilícita e irracional que sea. Por ejemplo los nazis con los judíos. Quienes padecen este síntoma, quieren demostrarse a sí mismos que están haciendo lo correcto y por eso encuentran razones para justificar una posición ya tomada. Estas razones, sumadas a las de otros compañeros, aumentan la autoestima.

 

  • Creencia incuestionable en la moralidad inherente al grupo: nadie quiere plantearse si lo que el grupo está haciendo está bien o mal, si se sigue un código deontológico, si se hace lo correcto (porque prevalece la creencia de que lo que se hace como grupo está bien). Este síntoma lleva a ignorar las consecuencias éticas de sus decisiones y hace que se tenga miedo a llevar la contraria.

 

  • Percepción de los adversarios estereotipada (de los líderes contrarios): de los que no pertenecen al grupo. A los que no sean como ellos se les ve con un sentido puramente maniqueo: o demasiado malos como para realizar intentos genuinos por negociar, o demasiado débiles y estúpidos.

 

  • Rechazo a cualquier miembro del grupo que trate de cuestionar las ideas del grupo: a quien trate de preguntar, cuestionar, o demostrar su opinión frente a las del grupo. Se le considera un desleal.

 

  • Autocensura: en grupos tan cohesionados se da la autocensura de los individuos para que no se les aparte. Para evitar que los demás los rechacen, quienes padecen de mentalidad de grupo, se autocensuran, quitando importancia a los argumentos y dudas que puedan tener en contra.

 

  • Unanimidad ilusoria: en cuanto la gente empieza a expresarse, la cohesión desaparece. Las ilusiones de invulnerabilidad y de unanimidad quedan corroboradas al suprimir las dudas personales, por temor a aparecer ‘blando’ o ‘no viril’, o carecer de la suficiente fuerza”.

 

  • Existencia de guardianes del grupo dedicados a protegerle de la información adversa: siempre hay alguien que se encarga de que no lleguen informaciones, críticas, consejos o recomendaciones al grupo. “Se dedican a proteger al grupo de la información adversa que podría hacerles despertar”. Por ejemplo en la película El Bosque.

 

Para evitar los problemas del pensamiento grupal, Irving Janis propone que el grupo debe alcanzar un grado de cohesión que facilite coincidir en unos valores y criterios básicos pero que a la vez, impidan que los componentes de un equipo sufran de este síndrome.

 

Un ejemplo en el que se puede ver la mentalidad de grupo es el caso de la CBS, cadena de TV americana, tras la jubilación del presentador Walter Cronkite. Le sucedió, como presentador estrella, Dan Rather. Cronkite había conquistado unas cotas altísimas de credibilidad y cuando se fue la cuota de audiencia de los informativos de la CBS descendió.  Rather, en lugar de afrontar el problema real (no respondía a los deseos del público como lo hacía el anterior presentador), acusó a los directivos de “estar anclados en el pasado”. Además consiguió que les despidieran y fueran sustituidos por nuevos directivos, obedientes a él. Así creó a dos grupos: los de ayer y los de hoy, y redujo el campo de acción de los primeros y amplió el de los segundos (con quienes hizo que

 

Rather actuó maquivélicamente, para burlar a “los de ayer”: comentaba con ellos asuntos y posteriormente se reunía con "los de hoy" para ser sincero y mofarse de los de ayer. Aseguró a los de ayer que no les pasaría nada y poco después les destinó a otros lugares, y ridiculizó los formatos antiguos.

 

 

La cohesión de un grupo no tiene porque ser mala siempre que no se refleje en lo anteriormente mencionado. Se dice que los trabajadores de las empresas de Japón están muy cohesionados y tienen una mentalidad de grupo sin que esto perjudique a la empresa; pues ellos viven en una cadena de producción y se sienten parte de un engranaje. Es decir, un trabajador allí se siente como una pequeña parte de la empresa que es imprescindible pero que no podría llegar a nada sin los demás. Por ello, cuando hacen un trabajo bien hecho, esto se le agradece al equipo entero. Se presupone que es la empresa la que lo ha hecho bien en general. Y al contrario, si alguien se equivoca y se pierde dinero no se culpa al que se equivocó sino que se considera que la culpa ha sido de toda la empresa.

 

Muchos expertos subrayan que gracias a este modelo de grupos cohesionados Japón ha conseguido prosperar tanto. Pues por ejemplo, después de la bomba en Hiroshima el país quedó devastado y en 1870 ya se había convertido en la segunda potencia mundial después de los EEUU.

 

Se puede leer un artículo escrito por Felicísimo Valbuena titulado "Los pilotos de Iberia, víctimas del pensamiento de grupo" que muestra otro ejemplo sobre el síndrome de la mentalidad de grupo. Para acceder a él usa el siguiente enlace: http://www.lavozlibre.com/noticias/blog_opiniones/15/542223/los-pilotos-de-iberia-victimas-del-pensamiento-de-grupo/1

Síndrome de la mentalidad de grupo

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